Tras reuniones y deliberaciones, se han hecho
publicas las medidas para intentar solventar el problema de la masificación en
el salto de Bierge.
Y estas medidas figuran mas una apresurada
respuesta, que una acertada canción.
A groso modo, el salto queda limitado a un aforo
de 250 personas previo pago de dos Euros, y de estos 250, 30 podrán ser
barranquistas. Para ello se instalará un “torno” de acceso...
Este aforo consiste en 220 personas con traje de
baño, y 30 con casco y neopreno. Lo
señalo por enumerarlos con mas claridad.
Y ojeando trivialmente esta medida me pregunto:
¿El pago de dos euros te da derecho a acceder con
sombrilla, esterilla, nevera, sandia, colchón hinchable, y la jaula del
canario? ; ¿El hecho de pagar también te dará derecho a reclamar si no estas
contento con lo que sea? ; ¿habrá socorrista? ; Si para los bañistas ponen un
torno de acceso, ¿también colocaran otro río arriba para los barranquistas que
accedamos desde allí? ; ¿Si un barranquista puede saltar la presa una vez,
previo pago de un euro, si pagas cinco euros podrás saltar cinco veces? ; ¿El
que no salte y solamente acceda a este espacio para finalizar el barranco
también debe pagar? ; ¿si tras pensártelo te da miedo y no saltas, te devuelven
el euro? ; ¿Los bañistas que pagan dos euros y no son barranquistas también
pueden saltar? ; ¿cuántas veces?...
¿Todo un año de deliberaciones para esto?.
Me parece un sin sentido.
Evidentemente el problema existe. Y si este fuera
un tumor, en vez de tratarlo adecuadamente para erradicarlo, y sobre todo para
que no se extienda, le ponen una venda para que no se vea.
Y este se extenderá. Será pan para hoy, y hambre para
mañana.
¿Que impedirá que quienes no quieran pagar y
atravesar ese “torno” de acceso se emplacen impúdicamente río abajo donde no
habrá control, con sus neveras, sus sombrillas, su tinglado y su basura? ; o
peor aún, caminando por la senda río arriba.
Este forúnculo poco a poco o mucho a mucho se
amplificará por todos los rincones y ríos de la sierra. Y esto se ve venir.
¿Y que harán?, ¿ Apostar tornos y barreras en todas las zonas?.
¿Y que harán?, ¿ Apostar tornos y barreras en todas las zonas?.
Vaya por delante que hay dos conceptos a
diferenciar: uno es el derecho de acceso a los espacios naturales y a disfrutar
de la naturaleza, que es un derecho constitucional reconocido por el artículo
45; y otro, la conveniencia o no de pagar por “unos servicios” que se ofrezcan
a los visitantes de estos espacios naturales.
Dicho esto, el acceso a un parque natural, de
forma libre, y que no requiera ninguna infraestructura especial, debería ser
universal y gratuito.
Lógicamente, respetando primero la propiedad
privada si la hay, pero sobre todo, “la normativa de protección de ese espacio
y sus especies", que debería ser lo que condicionara este derecho de acceso, el
abuso, y las condiciones para hacerlo.
Si para algo han servido estos años de análisis y
desarrollo de la sierra, ha sido para conocer al enemigo. Y ahora está claro.
El enemigo somos nosotros.
Conocido esto, tomemos medidas serias y
juiciosas.
Y por eso el camino a seguir debería ser mucho
más simple para todos.
Primero respeto al medio natural en el que nos
hallamos, y después, si implantamos unos servicios racionales y acordes
(parkings, aseos, centros de interpretación, información...), pues pagamos por
ellos y contribuimos a mantener y a hacer viable este parque natural.
Y si esto se aplica y sobre todo se explica bien,
la respuesta de los visitantes será indudablemente positiva.
En el Congost de Mont-rebei se inició una
instrucción de pago voluntario por parte de los cerca de 50.000 visitantes que
acceden con su vehículo al inicio de este desfiladero.
Los 3 euros por vehículo y día precisados, se destinan
directamente al mantenimiento de este espacio natural, a su vigilancia
ambiental, y a tareas de gestión de ese entorno.
Y la aprobación de esta medida ha sido
generalizada, y los detractores prácticamente inexistentes.
Incluso visitantes satisfechos y agradecidos con
la experiencia, tienen la posibilidad de realizar donativos. Y mucha gente los
hace.
Han conseguido cerca de 10.000 euros en seis
meses. Y aunque esto no cubren los costes de gestión, indudablemente ayuda a
hacerlo todo más sostenible.
Las administraciones públicas que nos representan
deberían garantizar, por encima de todo, la conservación del patrimonio
natural, de los hábitats, de la flora, la fauna y el correcto funcionamiento de
los servicios medioambientales.
Y como el uso público de estos espacios es algo
que nos beneficia a todos, igualmente
todos deberíamos contribuir a que esto fuera posible, con la obligación de ser
respetuosos y cumplir las normativas impuestas por las buenas, o sino, por las
malas...
Como ya escribí el pasado verano, sigo opinando
que lo del salto de Bierge es solamente
la punta de lanza.
Y de nuevo no hablo de algo tan superficial como
administrar el acceso a una concreta zona de baño, sino de proteger un espacio
natural único en el mundo.
Parece que muerto el perro, se acabó la rabia.
Porque aunque el
turismo es el gran recurso de toda la comarca, debemos aprovecharlo con
responsabilidad.
La masificación y el irrespetuoso acercamiento a
este entorno natural, a la larga comportará graves consecuencias. Y no creo que
la solución pase por pagar en el salto de Bierge.
Me reitero: ¿Tan difícil sigue siendo partir de
la base que estamos un “Parque Natural” protegido?.
Y me vuelvo a reiterar:
ARTÍCULO 45.1.
Todos tienen el derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado para el
desarrollo de la persona: “ASÍ COMO EL DEBER DE CONSERVARLO”.
Y conservar un espacio natural, no radica
únicamente en prohibir, también conlleva una conducta adecuada para que este o
su ambiente no se deteriore:
ARTÍCULO 45.2:
Los poderes públicos “velarán” por la utilización racional de todos los
recursos naturales, con el fin de “proteger y mejorar la calidad de vida y
defender y restaurar el medio ambiente”...
Igual se me escapa algo pero:
¿Porque no aplicar la ley por encima de cualquier
fructuoso interés?.
¿ No se puede prohibir terminantemente hacer
cualquier tipo de picnic, en todo el parque natural, excepto, en lugares
habilitados para ello?.
Con la Prohibición explícita de portar neveras,
sombrillas, tumbonas, mesas, toldos, esterillas, colchonetas, barcas, tiendas
de campaña o similares, y sancionar a quienes incumplan estas normas, estoy
convencido que el problema casi desaparecerá, y no en Bierge, si no en todo el
parque natural. Y nos visitará mas gente respetuosa y amante del medio natural
(que son cientos y ya lo hacen), y menos descerebrados.
Seamos racionales y protejamos este paraíso
natural que nos ha tocado en suerte. No creo que la solución pase por convertir
el salto de Bierge en una piscina pública.
Al fin y al cabo, la naturaleza no es un lugar
para visitar. Es nuestro hogar.
Y dependiendo de nuestra aptitud para con ella,
no tendremos recompensas ni castigos, tendremos consecuencias.
Seamos sensatos.
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