martes, 8 de agosto de 2017

GORGAS NEGRAS

Esto es Gorgas, y son palabras mayores:
Recóndito, salvaje, y fiel a la verdadera legitimidad de un gran barranco de Guara.
Igual que un poeta trata de manifestarnos mediante su ingenio y sus palabras, imágenes, olores, o sonidos, hay lugares que contagian su palpitación, y nos empujan a una alianza con el mundo y las cosas que nos rodean.
Lugares en los que la naturaleza nos ofrece un umbral para esa comunicación a través de la contemplación, y te brindan una especie de revelación personal e intransferible. Hay un  antes y un después.
Si los románticos descubrieron la idea de lo sublime, en lugares como Gorgas Negras, donde (al menos a mí), su indómita belleza extrema me puede llevar al éxtasis, sientes elevación y excelencia, en un paisaje salvaje que se manifiesta como un misterio sobre los orígenes.
Sientes
la grandeza de percibir el todo en un instante.
Siempre que lo he bajado, se me presenta como un recorrido personal. 
Y aún desde mi perspectiva de local, de amante incondicional, siempre me surge esa búsqueda personal de la esencialidad. Como en un anhelado peregrinaje.
Un territorio donde el cromatismo parece redundar, y la soledad te induce a una meditación sobrecogedora. Una belleza que comunica con gran intensidad.
Pero, dejando aparte el romanticismo, si hay un cañón duro en Guara, ese es Gorgas Negras.
Entre la aproximación, el descenso y la vuelta, se puede dilatar hasta mas de diez horas.  
A ello hay que añadirle la fianza de su desamparo por aislado, su agua fría, y su caprichoso e irregular terreno. Este conjunto de ingredientes, lo conciben solo apto para personas más experimentadas, y con buena forma física.
Cuando en los inicios trabajaba como guía, era muy poca la gente que llevábamos allí, y siempre tras haber bajado con ese mismo grupo otros barrancos y observar antes su resistencia y como se desenvolvían.
Por otra parte es un magnifico descenso de ambiente encañonado y salvaje, donde su primera mitad es realmente sublime llena de resaltes, marmitas, cascadas, caos y rápeles o saltos, espectaculares.
Después poco a poco el río se va abriendo y aparecen no menos bonitas, las largas, oscuras y frías badinas que le dan nombre.
La salida de Gorgas Negras es o bien por la senda bien indicada por la que se accede al barranco de Barrasil (como en el video), retornando de nuevo por el barranco de Andrebot y la fuente del Mascún hasta Rodellar; o bien tirando por el Cañón de Barrasil, que es la prolongación natural del río, para terminar en el Puente medieval de Pedruel en el Camping del Puente.
¡Hablando de la fuente del Mascún!:
La Surgencia del Mascún, es un manantial que alimenta a este río a su paso por Rodellar.
¿Cuantas  veces, hemos parado en ella para refrescarnos?. ¿Conocéis la teoría sobre misteriosa procedencia de sus aguas?
Cada año brotan de ella hojas de haya.
Y la cuestión, digna de Iker Jiménez, es que no se “halla” esta clase de árboles en toda la Sierra de Guara.
Así  que un laberíntico conjunto de simas y corrientes subterráneas  serian las responsables del transporte de estas hojas hasta aquí.

En el año 1850 Pascual Madoz expuso una teoría sobre ello:
"Se cree con bastante fundamento que en la sierra de Jánovas, aguas del Río Ara, se filtran por entre las grandes cavernas que en ella se descubren y da origen a la muy nombrada fuente que nace en el barranco de Rodellar llamada Mascún, al pie de la sierra de Guara”.  Cuando crece el río Ara esta fuente aumenta el caudal de agua que allí brota, y cuando las avenidas del Ara arrastran hojas de haya, en la fuente se presentan estas mismas hojas."...
Puede que esta sea la explicación...
Es sorprendente dada la enorme distancia que separa la Surgencia del Mascún del Río Ara, uno de los ríos pirenaicos mas importantes.... pero, de algún lado tiene que venir las hojas de haya...
Como Gorgas Negras. Su misterio es la suma de la fascinación y el temor.

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