miércoles, 9 de marzo de 2016

CARRERA DE LA MUJER AGRIDULCE

Como decía Quevedo, “El que quiere de esta vida todas las cosas a su gusto, tendrá muchos disgustos”.
La carrera de la mujer del pasado fin de semana, se vio ensombrecida por un desgraciado suceso que conmocionó el sentimiento de todo un pueblo.
El viernes a última hora de la tarde, unos desalmados asesinaron a un guardia civil, marido, padre, hijo, y querido vecino de Barbastro mientras cumplía con su trabajo.
De un plumazo; tal como una bofetada bien dada té gira la cara del revés, todo se deformó y se disfrazó de pesadilla.
Ya podéis imaginar los ánimos de todos los que con tanta ilusión y trabajo desinteresado desde el Club de Atletismo de Barbastro o la asociación local Española contra el Cáncer, aguardaban este dia con tanto anhelo; O las mil quinientas mujeres que con avidez y por los motivos que fuera, cada una los suyos, anhelaban la llegada de ese evento anual para respaldar este escenario corriendo o caminando, formando parte de esta fiesta deportiva de impulso solidario. Todo se truncó.
Y el sábado hubo que tomar decisiones imagino que muy difíciles.
Y no entraré en valoraciones de sí hubiera sido mejor suspenderla, cambiarla, una cosa o la otra...
Cada cual hubiera o hubiéramos hecho una cosa diferente, y hay que estar allí para decidir y dar la cara con todas sus consecuencias.
Desde fuera, sin saber, sin discernir, sería muy fácil e hipócrita conjeturar.
A buen seguro fue una decisión muy difícil de tomar, además sintiendo que decidas lo que decidas, nunca estará bien hecho a los ojos de todos.
Y diré que a título personal, como deportista, y Pepe lo era, de haber estado en su lugar no habría querido que “esta” carrera, con su razón, se alterara; pero, repito, esto es una opinión personal.
Así, que prefiero valorar lo que posteriormente fue:
El horario de la carrera coincidía con el sepelio de nuestro amigo y vecino, y lógicamente se varió retrasándola.
También con buen criterio, se decidió minimizar, casi eliminar esa pátina festiva de anteriores ediciones eliminando la música, cancelando los confetis, reduciendo al mínimo la megafonía, e incorporando antes de la salida un respetuoso minuto de silencio en homenaje a Pepe.
Por cierto, deberían tomar nota de este conmovedor instante, y realizarlo cada año antes de dar la salida, pues muchas mujeres participan como afectuoso homenaje a la perdida de algún ser querido enfermo de Cáncer, y sería muy oportuno y justificado. 
Esa tarde, todos: organización, colaboradores y participantes, teníamos un nudo en el estomago, otro en la garganta y un enorme sabor agridulce.
Pero, llegaron casi mil doscientas chicas con franqueza; en un silencio respetuoso. 
Muchas, por no decir todas, con sus camisetas rosas afirmadas con lazos negros como señal de luto respeto y homenaje. 
Y tras un calentamiento callado, casi mudo, se respiró una aguda y casi hiriente emoción durante ese minuto de silencio antes de iniciar la carrera .
William Shakespeare dejó escrito que no hay otro camino para la madurez que aprender a soportar los golpes de la vida.
Porque lo queramos o no, la vida de cualquier hombre siempre trae golpes.
Y saberlos encajar no significa ser insensible.
Creo que tiene más que ver con aprender a no pedir a la vida más de lo que puede dar; con aprender a respetar y estimar lo que a los otros les diferencia de nosotros, pero manteniendo nuestras convicciones y principios.
Muchas chicas, la gran mayoría decidieron correr, y otras decidieron quedarse en casa. 
Tanto las unas como las otras hicieron lo que les pidió su conciencia o sus principios y por ello merecen el mayor de los respetos.
Porque el dolor es una escuela que nos ofrece la oportunidad de curarnos un poco de nuestro egoísmo e inclinarnos algo más hacia los demás.
Y eso sucedió.
Personalmente, en ese día de luto hubiera visto mal la celebración de cualquier evento deportivo "normal".
Pero este no es un evento normal.
Pepe tenía madre, mujer e hija, y no se me ocurre mejor homenaje que esas más de mil cien mujeres, madres, esposas e hijas guardando un minuto de silencio conmovedor para homenajearlo y denunciar lo ocurrido.
Después, muchas corrieron o otras caminaron por sus causas personales, pero me atrevería a decir que todas, por él. Por Pepe.
El dolor es como un pellizco que detiene el curso normal de la vida.
Es un parón que invita a reflexionar. Y si se sabe asumir, como ocurrió aquí  casi improvisadamente, ayuda a no alejarse de los demás. A abrazarse. Nos vuelve comprensivos, tolerantes, nos va curando de nuestra intransigencia, y nos perfecciona.
Hacer lo que uno entiende que debe hacer supone muchas veces un esfuerzo considerable.
Un año más, desde aquí quiero felicitar al club de atletismo, a la AECC de Barbastro, a todos los voluntarios, a todas las participantes y al público que formó parte de este respetuoso homenaje disfrazado de carrera.
O así lo sentí yo,... Y Juan Carlos, Rosana, Luis, Nestor, Ana, Angel, Lucia, Bárbara, Pilar, Magda, Olga, Nuria, Eva, Manoli, Rocio, Yolanda, y un largo etcétera....

Aquí dejo el video que grabé igualmente a modo de homenaje: 









2 comentarios:

  1. No quiero ni imaginar. Pero como bien dices,no se me ocurre un mejor homenaje. ¡Chapó por todos vosotros! D.E.P y que se haga justicia .

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  2. Me he emocionado al leer tus hermosas palabras. Con ellas estoy segura de que nos identificamos mucha gente. Con lo que nos gustaría decir y no sabemos hacerlo. Tu lo haces por nosotras. Gracias, Javi.

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