jueves, 28 de mayo de 2015

EL DURO TREKKING DE DISNEY PARIS



¡¡¡Disney que guay!!!... 
Pero...la gente ignora e infravalora, cuando en realidad se halla ante uno de los trekkings más duros del planeta.
Es mucho más duro que pasarle la ITV a un Transformer.
Porque si trekking, es una modalidad deportiva que consiste en recorrer de forma autónoma y generalmente a pie, parajes regularmente con dificultad de tránsito, esto es un pedazo de Trekking con mayúsculas.
De esta forma en un determinado lugar (en este caso junto a Paris), se nos brinda la posibilidad de caminar, no sin esfuerzo, y a la vez avistar, fotografiar o filmar, su flora y su fauna... aquí: Ratones, patos, perros, ardillas, osos, leones, dragones, muñecos de madera o princesas...
Esta reputada aventura familiar puede durar tan solo unas horas de caminata moderada, o bien, si eres intrépido o “de lejos”, te conviene establecer un campamento, y con el equipo necesario planear rutas, trasladarse y explorar a diario, prolongando la travesía durante unos días. (Recomendable al menos tres).
Hay distintos niveles de dificultad: bien de novato, donde conviene manejarse con mesura, estableciendo y estudiando programa, y ante cualquier duda consultar con los nativos; o ya de profesional avanzado, acostumbrado al entorno, muy resuelto, con destreza y habilidad en todos los ámbitos y terrenos.
Aun así, necesitaremos estar informados sobre el terreno de las diferentes funciones, previsión meteorológica, ilustrarnos sobre horarios y avistamientos de animales autóctonos, disposiciones, servicios, avituallamientos y unas  mínimas normas de supervivencia en las procesionales esperas.
No es el Kilimanjaro, ni el Kala Patthar, ni el Baltoro... Pero se trata del durísimo y por popular masificado Trekking de EuroDisney, y no hay que infravalorarlo.
Son jornadas de mas de quince horas con efímeras pausas si quieres aprovechar; caminatas  diarias de distancias indeterminadas que (seguro) podrán variar entre los diez y veinte kilómetros, y en muchos instantes cargado con mas de veinte kilos sobre los hombros o aún peor en los brazos, sin porteadores... (Esta sobrecarga obedecerá al contenido de tu mochila de ataque, que está sometida a la meteorología, y será directamente proporcional al desfallecimiento y peso de tus hij@s)...
Diré que todo hombre de acción tiene unas dosis de egocentrismo, orgullo, dureza y astucia. Pero... todos esos factores se desvanecen al instante en este durísimo trekking.
Nosotros lo afrontamos en cinco días. El primero y el último de media jornada. Yo llegaba aún renqueante de la lesión en el soleo, aunque en buen estado de forma, y aún así, la primera jornadas terminé mas extenuado que Frodo tras correr las tres películas del Señor de los Anillos.
La segunda jornada no fue menos, y a última hora mis  piernas estaban más afligidas que Chicote en la cocina de Torrente. Estaban  como al finalizara cualquier etapa del maratón de Sables...
A partir del tercer día, como en todo trekking por etapas, si totalmente derrotado no has abandonado, y has manejado bien las pautas de alimentación e hidratación, parece que el cuerpo y la mente se van curtiendo y adaptando al medio y vas mejor; Aunque el desgaste continúa.
Cuando durante estos dos últimos años he acompañado gente hasta la cima del Kilimanjaro, del Kala Patthar, o este año a los Andes, todos prudente y juiciosamente te consultan como prepararse física y psíquicamente para las duras, aunque muy deseadas, jornadas de caminata.
Sin embargo, aquí a EuroDisney temerariamente y sin pensarlo, la gente se lanza a ir varios días sin pensar, sin preparación, vacunas, tutela, previsión ni entrenamiento previo... Vamos con más peligro que un Gremlin haciendo el barranco de la Peonera... ¡una locura!.
Ahora entiendo que en muchos rincones del parque divisé bien dispuestas urnas con desfibriladores de emergencia.
Pero... como lo que no te mata, te hace más fuerte, mi soleo ya  está mejor. Estos días allí, he salido temprano a trotar dos medias horitas.
El primer dia, castigado además por la primera etapa en el parque, aún me dolió. 
Pero dos días después, quizás debido al enorme meneo al que lo sometí andando tantos kilómetros, ya no dolía.
Para correr allí (si es que te quedan fuerzas), la clave es madrugar y salir en ayunas mientras la familia duerme, aún con las piernas diezmadas por las pateadas del día anterior.
Si estás en la zona de los hoteles Disney, lo cual es bastante probable, estos están situados alrededor de un céntrico lago. 
Este lago tiene un perímetro de aproximadamente de 1,5 kms, y desde los hoteles hay un circuito por estrechos senderos longitudinales a un canal con mucha vegetación (Al menos desde el Santa fe donde yo estaba).
Igualmente puedes llegar hasta las mismas puertas del parque por el margen de la carretera principal circunvalada por verdes praderas (2 km desde el Santa Fe)...
En resumen, para realizar el trekking de Disney Paris, hay que entrenar, y entrenar duro, días o incluso semanas antes de abalanzarse alegremente.
Es recomendable correr o caminar largas distancias fustigado con peso y mochila, y realizar largas colas en sitios masificados como por  ejemplo un sábado al medio día en el Mercadona, o en pos de seiscientos jubilados en una chocolatada gratuita del barrio.
Si lo consigues, tras terminar este trekking, estarás perfectamente preparado para cualquier carrera de ultra resistencia.
Por lo demás, y bromas aparte, ver la sonrisa, el resplandor de los ojos, y la cara de embriaguez de tus hij@s, recompensa cualquier padecimiento. 
Y además, como en todas las grandes gestas, tras finalizarlas, por muchas adversidades que hayas padecido, por muchas veces que hayas pensado eso de “Quien me mandaría a mí...” estarás deseando volver.
Algo tendrá.
Porque el que no cree en la magia, no la encontrará nunca.

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