viernes, 25 de febrero de 2011

EVOLUCIONES ANTE UNA LESIÓN.

Siendo consecuente, he de reconocer que no me lesiono demasiado para el ritmo de actividad que llevo desde hace años. En realidad, he tenido pocas lesiones digamos importantes: Una potente contractura en la espalda debida a la fogosidad de la escalada sin tregua (ni calentamiento), hace casi doce años; Menisco y cartílago hace once años en una expedición en el Himalaya (mi primer y único paso por quirófano); Una fortísima contractura en el soleo hace tres años que me tuvo una temporada tocado, y la intensa inflamación que me produje en el psoas en la Yukón Arctic, que fue la que me mantuvo mas tiempo fuera de juego; cinco meses. He de reconocer que siempre he sido un poco burro, y he sobrellevado largas temporadas sin parar con evidentes lesiones en las falanges de los dedos de las manos, en los tobillos, gemelos, alguna tendinitis, e incluso una fascitis plantar con la que por su larga duración, ya me familiarizaba. Pero, a la postre, pasan los años, y si hay una cosa que te otorga la experiencia, y eso, los años, es a distinguir perfectamente una lesión y su alcance, y ser maduro y sensato, sabiendo que hay que recuperarse bien o..., puede ser peor. El pasado viernes día 18, salí a trotar tan solo media horita muy suave. Únicamente mantener tono, ya que el domingo 20 me había inscrito por sugerencia y sugestión de Fernando Torres a la media maratón de Tudela. (Me pareció buena excusa para pasar un fin de semana allí con la familia). Pues bien, cuando tan solo llevaba trotando quince minutos, note un agudo y penetrante latigazo de dolor en el bíceps femoral de la pierna derecha, que me paralizó hasta la respiración. Inmediatamente, cojeando, me vi obligado a detenerme. En un primer momento, no le di importancia, e incluso a los pocos segundos intenté proseguir medio trotando, y a los minutos gradualmente lo logré, pero con ese claro indicio de dolor profundo y callado que dispone una persistente molestia. Llegue a casa y ese dolor determinado y casi opaco se mantuvo durante todo el día y aunque algo mas atenuado, también al día siguiente. Viajé a Tudela mentalizado de que no tardaría en reproducirse el doloroso tirón en cuanto me pusiera a ritmo de carrera, pero, ¿y si no...? pensé. Así que allí estaba en la línea de salida junto a Fernando y Jesús. En el calentamiento, ya note esa testaruda molestia, y me mentalicé para parar, y así se lo indiqué a mis acompañantes: -“En cuanto note algún dolor, me pararé de inmediato”. No tardé ni cinco minutos desde que sonó el pistoletazo de salida, y en la primera curva, el dolorosísimo latigazo se reprodujo, y esta vez con tanta violencia que me detuve de golpe con mi mano aferrando fuertemente el muslo afectado, como si al estrujarlo el dolor fuera a interrumpirse. Casi no podía andar. Evidentemente, había una rotura de fibras y la había agravado. Bueno, pues, cabezudo y escéptico de mi, el lunes bien vendado aún intenté salir a correr media horita suave, por si mi muslo fingía queriéndome hacer creer..., y..., al primer kilómetro, no solo tuve que parar a la fuerza, sino que tuve que volver a casa andando y cojeando con un intenso dolor, por capullo. Ahora, una vez convencido y “vencido”, reposo, contrastes de frío calor, levísimos estiramientos, y mas reposo, plantándole cara a esa ansia de no querer parar. Lo mas difícil estos días, negociar conmigo mismo en esa fase de aceptación y reorganización.
No soy especial, creo que casi todos pasamos por esa primera fase de “ Negación de la lesión” (“esto no es nada”, pensamos) , y cometemos una y mil veces el error mas común, primero intentarlo, y más tarde “Volver a la actividad demasiado pronto”.
Lo de intentarlo, como os he contado ya lo he hecho, pero lo de volver demasiado pronto, esta vez lo estoy haciendo bien. Cada interrupción por inactividad, da miedo y parece que será un nuevo comienzo. Como desandar lo andado, aunque por dentro sabes que no es así. La cuestión es comenzar haciendo lo oportuno, para después poco a poco lo realizable, y cuando ni te des cuenta, estar haciendo de nuevo lo para ti fantástico. Intento tener una actitud positiva, que quizás por la experiencia de otras veces, es lo mas útil y también lo mas difícil. No mostrarme exageradamente optimista, y luchar por evitar las tentaciones de reanudar la actividad antes de lo prudente. En ese punto, como a mi tanto me gusta cuando afronto algún desafío, lo tomo como tal y busco recursos mentales...; y buscando buscando, he descubierto un nuevo recurso inédito, excepcional, y recién advertido que seguro me va a proporcionar empujes extras en el futuro: Mientras a media luz contemplo a mi hija dormir plácida y despreocupadamente en su cuna, boca arriba con los brazos estirados, y percibo ese dulce aspecto de serenidad y pureza, pienso: ¡Joder! ¡Soy padre!. No me lo puedo creer. Esta amplia revelación aflora con lentitud, pero poco a poco, me da algo que antes no tenía y pienso aprovechar en cualquier circunstancia. Inexorablemente, algo se está transformando dentro de mi. En quince días curado. Tan solo aprender que la paciencia es sabiduría, y el que sabe esperar gana. Salud para todos.

lunes, 21 de febrero de 2011

EL LADO OSCURO

La diferencia entre una decisión en tu vida diaria como deportista (quizás también en otros ámbitos) basada en tu confianza natural, en tus verdaderos deseos, tus propias habilidades, y la arrogancia o el faroleo, es muy tenue y a la vez desastrosa. La motivación es buena, pero también tiene sus lados tenebrosos: Uno, que dura muy poco; un día, o unos cuantos te encuentras súper motivado, pero cuando transcurren otros, todo se vuelve rutinario y aburrido, y lo que parecía motivador, ahora resulta asmático y cansino; y dos, que precises de alabanzas o de aplausos como vía de motivación. Y no me refiero a salir en la prensa, si no a la ratificación de tu entorno mas cercano para reafirmarte. Entonces deberías preguntarte: ¿realmente me gusta esto que hago? Todo tiene un empiece, y en los comienzos hay que ser indulgente, pero con el tiempo, con la madurez, necesitas tener un cierto nivel de auto reproche para darte cuenta cuándo estás demasiado orgulloso de ti mismo, y así no caer en el sentirte motivado por la necesidad constante de aprobación o alabanza. Debes seguir haciendo las cosas por ti, por el placer; como cuando empezaste. Entiendo perfectamente a quien corre su primera carrera, escala su primera montaña o desciende su primer barranco con la motivación del reto en si mismo (¿seré capaz?), pero cuando has hecho esto muchas veces, debes pararte un segundo, y preguntarte si sigues haciéndolo porque te gusta, (capaz ya sabes que eres), o porque es lo que los demás esperan de ti y se ha transformado en una etiqueta, una denominación de origen de un personaje que necesita revalidarse continuamente simplemente para ser.
Existe una línea excesivamente fina entre ser ingenuo, y tener un ego fuera de control. Y puedes cruzar esa línea a cualquier hora del día. Hay que aprender a tener confianza en ti mismo para saber que es lo que quieres y lo que no. Si por ejemplo te gusta correr, terminaras corriendo sin la necesidad de participar en carreras o competir; si te gusta escalar, escalaras sin la obligación de atesorar vías ni importarte coronar una y otra vez por la misma ruta, o descender año tras año los mismos barrancos una y otra vez; por eso, porque de verdad te gusta. Tampoco hay que caer en el exceso. Muchas veces, el exceso te lleva a sobrevalorar tus habilidades (todos tenemos), y te lleva a pensar que no puedes fallar para nada, y que lo sabes todo (otro gran peligro). Mientras más triunfante y prepotente te vuelves, más difícil es tener un verdadero sentido de ti mismo. Quizás al final ni sepas quien eres. En definitiva, dicen que los engreídos creen que pueden predecir el futuro, sin embargo son los sabios los que intentan anticiparse a sus posibles consecuencias. Solo debes... ,tienes que demostrarte algo a ti mismo. Tu sabrás que es y cuando.

sábado, 12 de febrero de 2011

JORGE AUBESO Y UN DESLEAL SACO DE PLUMAS, GANAN LA YUKON ARCTIC ULTRA

Acaba de finalizar la Yukón Arctic Ultra en su segundo intento, “El primer saco de dormir de un Español”... ¿Que pasa?...Si, un saco de plumas también tiene su trayectoria y su biografía. En concreto, este saco de plumas, aún “virgen”..., me acompañó durante el ascenso al Cho Oyu el año 2001, donde yació, y yo dentro de él, a una altura máxima de 7.400m, y como el roce hace el cariño, se estableció entre nosotros un hermoso y duradero compañerismo; casi cariño diría yo. Años después, en el 2009, resurgió del ropero donde aguardaba una nueva oportunidad, y me escoltó y resguardó nuevamente en la Yukón Arctic Ultra en condiciones muy muy extremas, donde, a su pesar, tuvo que abandonar la prueba a mitad de recorrido tras lesionarse mi psoas. El pasado año, me engatusó con halagos y la memoria de su dulzura, para convencerme y acompañarme durante el primer cruce a pie sobre el mar Báltico helado, donde he de reconocer, lo hizo bien y cumplió con creces su cometido. Pero este año, ya curtido y experimentado en territorios Árticos, el muy ingrato quiso emanciparse e irse de nuevo a la Yukón Arctic acompañando a Jorge Aubeso, para con él, conseguir acabarla, y... ¡gracias a Jorge!, ¡lo ha conseguido!. Bromas aparte, a veces uno se pregunta cómo el cuerpo humano puede funcionar de manera tan variada, coordinada y en condiciones tan tan extremas. Nuestro organismo es una máquina perfecta, que coge energía bruta del exterior y la transforma en energía limpia y aprovechable, en cualquier extremo o circunstancia. Introducimos el alimento y el líquido por la boca, agarramos una bocanada de aire y adelante. Pero después está la cabeza, que es donde verdaderamente reside el poder, o la falta de..., el de cada cual; Pero, en definitiva, dentro de nosotros hay una colosal maquinaria funcionando tanto física como mentalmente. Este año participaban definitivamente seis españoles en la Yukón Arctic Ultra en la distancia de las 300 millas (480Km). Y con mayor o menor fortuna, todos ellos han realizado una gran carrera. Doy fe que en esta prueba cada día es un verdadero desafío, y un gran triunfo. Pero, entre ellos, estaba mi querido amigo Jorge Aubeso, que además de amigo, me invitó a asesorarle, y claro, lo asesoré cuanto pude (en lo técnico, en lo físico no hay Dios quien asesore a este monstruo superdotado), y como ya sospecháis, por la entrada de este escrito, inclusive le presté algo de material. Algún otro español, vía mail o por teléfono, también contactó conmigo, y yo le expliqué encantado mi apreciación o punto de vista, resolví las dudas que supe, e intenté alertarles de las precauciones que pude recapitular; En definitiva, el como la afronté, y como lo volvería a hacer con la experiencia previa. Jorge ha finalizado la carrera de las 300 millas, hace un momento, y no solo ha sido el primer Español en lograrlo, sino que además ha ganado la carrera y en un tiempo record. Ha recorrido los 480 Km en tan solo seis días de los ocho que dispones para ello. Esto hace una media de 80 km diarios durante seis días, arrastrando una pulka, mal comiendo, mal descansando, y a temperaturas medias de -20ºC. ¡bbuuuffff!... Sin palabras. Superman existe, es de Burgos y se llama Jorge Aubeso. Enhorabuena a Jorge, si, pero enhorabuena a todos y cada uno de los que se atrevieron a intentarlo o aún están en ello, pues durante estos días me habéis hecho vivir, revivir todas aquellas sensaciones y emociones. Sois todos unos campeones.
FIN ANEXO (14-2-2011): Gabriel Santamaría de Burgos (joder con los de Burgos…) y Eduardo Linares de Murcia han terminado la Yukon Arctic. En resumen: de 14 participantes en las 300 millas, siete han conseguido llegar; de esos siete, lo han conseguido tres españoles de los seis que finalmente tomaron la salida en Whitehorse. ¡Un éxito!. El año que yo participé de 13 participantes, solamente finalizó un suizo y fuera de control. De todas formas, me reitero. Enhorabuena a los seis, por su gran coraje, valentía y esfuerzo, pues hay muchos factores en esta carrera que hacen muy difícil el poderla terminar, pero eso no quita la enorme experiencia vivida. ¡Sois todos unos campeones! Si el fin lo merece, la lucha siempre merece la pena. Quien lucha puede perder, quien no lucha, ya perdió.
Adjunto el enlace del post que escribí (en caliente) cuando terminé en la Yukon 2009, donde se puede uno hacer una idea de lo que allí se vive:

jueves, 10 de febrero de 2011

127 Horas

Película basada en la historia real de Aron Ralston, un intrépido, insensato diría yo, montañero norteamericano que se hizo desdichadamente famoso porque en mayo de 2003, durante el descenso de un barranco seco, en Utah, sufrió una caída y una roca derrumbada le aprisionó un brazo. Tras varios días inmovilizado (127 horas) en el fondo del barranco, e incapaz de encontrar una solución, tuvo que tomar una dramática decisión para sobrevivir... Todos hemos tenido un malos días, pero pensamos, la vida sigue y hay que luchar por ella, aún sabiendo que como una montaña rusa, nos esperan subidas y bajadas. Esta película nos muestra eso, a amar la vida, a saborear cada instante, y aprovechar cada minuto, a luchar y luchar hasta el último momento, sin darnos por vencidos, porque en un santiamén, sin quererlo, por un desafortunado accidente, todo puede terminar. Pero, quizás, cuando fatídicamente llegue ese accidental instante, sino te das por vencido, quizás puedas aferrarte a algo superior, “ganas de vivir”. Danny Boyle, el mejor creador de cine de videoclips de nuestro tiempo con permiso de Tony Scott, saca aquí toda su artillería, para servirnos una película que habla de temeridad, negligencia, exceso de confianza, estupidez, torpeza, pero sobre todo del instinto de supervivencia, del olor de la muerte y el aroma de la vida.
Este imprudente aventurero, con el que quizás alguno os sintáis identificados, que va en solitario, mal equipado, y lo peor sin decir a nadie a donde ha ido (a mi me ha pasado, excepto en que creo recordar que siempre he dicho donde iba...), no está solo durante ningún instante de la película; nosotros lo acompañamos durante todo su viaje físico y emocional, porque Danny Boyle logra hacernos sentir realmente hasta la menor de sus emociones : dolor, impotencia, frío, miedo, sed, angustia, indiferencia, alucinaciones, esperanza, y finalmente valor y ganas de vivir...
La interpretación de James Franco es increíble, pues no es nada fácil sostener una película apareciendo creo en todos sus planos, y si la película prevalece en tu retina es sin duda gracias a su labor. Él es la película, así de simple. Un conjunto de delirios a medio camino entre la alucinación y la locura, y unos escenarios naturales excepcionales. La película desprende una sensación de angustia, tristeza y algo de melancolía respecto al espíritu del ser humano, que es como una parábola sobre lo fugaz de la vida.Que las cosas más insignificantes, las más absurdas, pueden suponer un antes y un después en la vida de cualquiera, y me vienen muchos cercanos ejemplos a la cabeza. En definitiva, mas allá de la historia que cuenta, de ser por su escena mas comentada una película morbosa, de tensión o de aventura, es una película sobre la vida, sobre la fragilidad del ser humano y sobre la dimensión del instinto de supervivencia. La recomiendo.

martes, 8 de febrero de 2011

CAPACIDAD

Muchos deportistas decimos como si de una parábola se tratara, que cuando llegas al límite, cuando alcanzas lo que parece el final de tu capacidad física, recurres a algo más elevado, algo más profundo dentro de nosotros mismos a fin de poder alcanzar ese objetivo y si es verdad que lo deseas tanto, se produce el milagro de la motivación y de esas fuerzas suplementarias que no sabes de donde salen.
O si llegas verdaderamente al limite de tus capacidades, (en el deporte o en la vida) este hecho, para bien o para mal, puede producir cambios en ti: Un chico se quejaba siempre acerca de su vida y lo difíciles que le resultaban las cosas. No sabía que hacer para seguir adelante, y creía que se daría por vencido. Un día su abuelo, cansado de oír sus lamentos día tras día, lo llamó y lo llevó a la cocina. Allí llenó tres ollas con agua y las colocó sobre el fuego del hogar.
Pronto el agua de las tres ollas comenzó a hervir. En una colocó una patata, en otra un huevo y en la última unos granos de café, y los dejo hervir sin soltar palabra.
El chico aguardó ansiosamente, preguntándose qué estaría haciendo su abuelo. Veinte minutos mas tarde, el anciano sacó las hoyas del fuego. Cogió la patata y las colocó en un plato. el huevo en otro . y posteriormente, coló el café y puso el líquido en un tazón. Entonces. observando a su nieto le dijo:- "¿qué ves?" -"una patata cocida, un huevo y café" respondió.
Le hizo acercar y le pidió que palpara las patatas. Lo hizo y notó que estaba blanda y se rompía. Luego le pidió que cogiera el huevo y lo rompiera. Al sacarle la cáscara, observó estaba duro, claro.
Posteriormente le invitó a que probara el café, y gozó de su gustoso aroma. Tras ello le preguntó:-"¿Qué significa todo esto, abuelo?"
Él con la serenidad que te dan la experiencia bien aplicada y los años bien dirigidos, le explicó, que los tres ingredientes se habían enfrentado a la misma adversidad: “agua hirviendo”, pero, cada uno de ellos habían reaccionado de diferente forma. La patata se presentó ante el agua fuerte y dura, arrogante; pero después se ha vuelto débil, y fácil de desmigar. El huevo ha llegado al agua frágil, débil y quebradizo; su fino cascarón resguardaba su líquido interior; pero después de enfrentarse al agua hirviendo, su interior se había enquistado y endurecido. Los granos de café sin embargo eran insólitos; después de estar en agua hirviendo, la que había cambiado era el agua a su alrededor. "- ¿Cuál eres tú?", le preguntó a su nieto.
¿Eres una patata que parece muy fuerte pero tras enfrentarse a la adversidad, te vuelves débil y pierdes esa fortaleza? ¿Eres el huevo, que comienza con un corazón dúctil, y un espíritu fluido, pero después de un revés te has vuelves duro y rígido, que por fuera parece igual, pero por dentro se ha endurecido?.¿O eres como el grano de café? Que cambia al agua hirviendo, que altera ese elemento que le causa dolor o sufrimiento haciéndolo parte de el. Cuando el agua llega al punto de ebullición el café alcanza su mejor sabor. Si eres como el grano de café, cuando las cosas se ponen peor, tú reaccionas aún mejor y haces que los elementos a tu alrededor mejoren.
Y tú..., ¿cual de los tres eres?

viernes, 4 de febrero de 2011

Premio a los valores humanos “Montañeros de Aragón Barbastro”

La prensa local en colaboración con la Asociación de la Prensa Deportiva de Huesca entrega hoy el premio a los valores humanos del deporte 2010 a mi club, al club de muchos: “Montañeros de Aragón Barbastro”. Para mí, un premio así, a los valores humanos, es diferente a cualquier premio deportivo. Cuando te dan un premio por una gesta deportiva, como es mi caso este año, significa que las cosas te han salido bien en tu actividad, cuando te lo dan por los valores humanos, “lo estás haciendo bien”. Personalmente fui premiado con este destacado galardón a los valores humanos el año 2008, y hoy que lo recibe mi club, sintiéndome parte de él, siento como si me lo dieran de nuevo dos años más tarde. Montañeros de Aragón de Barbastro se fundó el 25 de julio de 1949 en el Refugio de Estós. Seis décadas de una historia extensa en acontecimientos, la mayoría alegres, y algunos tristes y trágicos. Tengo el honor de formar parte de esta historia como socio desde hace casi treinta años en los que me enseñaron a esquiar, a caminar por la montaña y a escalar; después fui miembro de la junta directiva, participé en la fundación de la primera sección de barranquismo y escalada, impartí cursillos como monitor de escalada en roca, hielo, alpinismo y barranquismo durante años, al igual que antes otros me los habían dado a mí, y formé parte de alguna de las expediciones del club; incluso mi hija, si en estos tres meses no ha habido nuevas inscripciones de menos edad, es la socia más joven. Yo, siempre me he considerado montañero por encima de cualquier deporte que haya practicado, me educaron como tal, y sentirse montañero va mas allá de una mera disciplina deportiva, es un espíritu, una conciencia, un corazón; Un espíritu que aplico a cada reto que me propongo. Para mí el deporte, hacer deporte en general, y el montañismo en particular es una búsqueda de la superación, el equilibrio, la mejora como persona (unas veces lo logré, otras no), promueve el intercambio sociocultural, y valores como la auto disciplina, el sentido de grupo, la solidaridad, la comprensión y la tolerancia, y todos estos valores los ejercité y ejercito, los aprendí y sigo aprendiendo junto a excelentes personas en este club. Como dijo Mandela. -"El deporte tiene el poder para cambiar el mundo. Tiene el poder para unir a las personas en sólo una dirección". Así es este club. Un grupo de personas unidos en una sola dirección en lo bueno y en lo malo. Enhorabuena a todos los integrantes de Montañeros de Aragón Barbastro.

martes, 1 de febrero de 2011

CORREO A LA JUNGLA

Como mandar correos a la carrera, gesto que se agradece mucho:

Para enviarme un mensaje de ánimo o aliento durante la carrera, entrar en la pagina Web: http://www.junglemarathon.com/.

En la parte superior, bajo el logotipo de la izquierda se hallan varias pestañas. Una de ellas, la última, será “Race 11”. Pulsando estas pestaña, se despliega un nuevo menú debajo. Este menú es el perteneciente a la carrera 2011: Emails, Fotos, Noticias, etc.

Pulsar en “E mails” y rellenar los campos que salen: Tu nombre, el nombre del participante (En este caso el mío...), tu mail, y el texto mensaje de un máximo de 250 caracteres.

Los mensajes se podrán mandar a partir del día 8 de Octubre, y hasta el 15. Antes no los reciben ni reparten. Muchísimas gracias.