sábado, 26 de marzo de 2011

Filosofia sin obsesión.

Cuando se comienzan a dar los primeros pasos, ya sea andando, corriendo o incluso en bici. Cuando con perseverancia se va notando poco a poco esa necesidad día a día de volver a repetir ese instante, de recorrer la misma o mas distancia, y de encontrarse consigo mismo en esa especie de rincón único, donde sentirte en cierta manera excepcional; En ese momento, uno es corredor, montañero o ciclista; no importan la marcas. Se es y ya está ..... Son o somos muchas las personas que notan un cambio personal e inconsciente en su forma de ver y afrontar la vida cuando emprenden una perseverante práctica deportiva encontrando un rincón de abstracción que optimiza nuestra perspectiva de las cosas, consiguiendo esa especie de redención manifiesta, que como consecuencia de una practica continua, prevalece mas allá de ese concreto instante y te dibuja una sonrisa el resto del día. Correr tiene su propia filosofía y cada uno la adapta a sus costumbre y forma de vivir, tanto ideológica como socialmente.
Me asombra ver como en concreto esta actividad deportiva ha sumado adeptos estos últimos años, pues no hace mucho era extraño ver alguna que otra persona trotando por las calles o caminos y hasta te daba vergüenza hacerlo.
El deporte se ha convertido en una nueva forma de vivir y entender las facetas cotidianas, e incluso de pronto, entran en juego muchos aspectos que son transformados de alguna manera por tu actividad: Desde la alimentación, el sueño, los hábitos de salud, e incluso la actitud de pelea ante los problemas cotidianos. Es entonces cuando correr, escalar, andar, ir en bici..., pasa a convertirse en algo imprescindible en tu vida, de tal forma que la ausencia de estas rutinas, dejan un vacío tal que puede llegar a afectarte el carácter de forma puntual.
La obsesión es el único riesgo y la amenaza real. Hay que tener muy claros los beneficios, pero también las prioridades; cada cual las suyas. No te obsesiones.
Los deportistas aficionados, los que desarrollamos la actividad deportiva como medio para encontrar ese punto de equilibrio mental y corporal, debemos intentar aprovechar esta situación para descubrir y ahondar en nuestras limitaciones y en nuestras facultades, pero siempre disfrutando el momento. Señalar la carrera de fondo o estos deportes como el origen de una filosofía, seria, quizá demasiado presuntuoso. Pero si entendemos esta idea aplicada a una forma de vida, si toma sentido. Se habla de la soledad del corredor de fondo como algo mítico, sin embargo dicha soledad existe, y es un estado donde uno se encuentra a solas con sus pensamientos, una especie de paraíso que nos hace ser uno con el entorno. Ese estado solo puede alcanzarse cuando se llega al goce por correr, y los kilómetros dejan de ser los enemigos.
Correr sin propósito, descubriendo caminos nuevos naturales, o íntimos y personales, persiguiendo en ocasiones, una acogedora soledad.
Personalmente en muchas ocasiones me he sentido acogedoramente solo, andando o corriendo.

jueves, 17 de marzo de 2011

POR FIDEL

Sin Voluntad, sin unión, sin solidaridad y sin ánimo cualquier propósito es opaco y triste. Pero cuando todo esto se combina, y se combina además bien y con un gran pretexto de por medio, todo encaja: Después de ponernos de acuerdo con su familia para efectuar en Banyoles un afectuoso y abierto homenaje a Fidel Martí, homenaje que se trata sencillamente de correr de forma desenvuelta, afable, en grupo y sin competencias de por medio, por donde él acostumbraba a hacerlo, alrededor de su querido lago, la cosa ha ido prosperando: Abundantes han sido las respuestas de conocidos y amigos cercanos con el deseo de venir a participar de este día. Otros, que lo hubieran hecho de buena gana, no pueden por diversos motivos, o “estar ya en plena participación de la maratón de Sables 2011”. Numerosos han sido los contactos de gente, vecinos y amigos de Fidel ofreciéndose para ayudar, participar y compartir lo que a priori será un gran y emotivo día, y todo ha quedado de la siguiente forma: La “salida”... (“el comienzo”...que suena menos competitivo), será a las diez de la mañana del domingo tres de Abril delante del CLUB NATACION DE BANYOLES, con un recorrido máximo de tres vueltas al lago (24 km ); pero..., cada cual puede hacer las que quiera de la manera que le perezca, y en cualquier instante puede unirse al grupo o abandonarlo. Todo el mundo será bienvenido. Gracias a varias personas de Banyoles, a la propia familia de Fidel y sus contactos, habrá posibilidad de ducharse para los que nos desplacemos de fuera, y posiblemente alguna mesa con agua para avituallarnos. Tras la amigable galopada, Mercé, la hija de Fidel, ha pedido un presupuesto de menú en el restaurante del CLUB NATACION DE BANYOLES, para la gente que queramos quedarnos a comer. El menú es de 20 euros los adultos, y 10 para los niños, en un sitio por lo que me cuentan muy agradable y con vistas al Lago. Los teléfonos de contacto del restaurante son 972576353 – 667753640; Referencia: “comida Fidel”. Así quien le apetezca, reserva y listo; será mas fácil. La familia comerá allí... y mi familia y yo también nos animamos como no. Muchísimas gracias a todos por la respuesta y la cooperación.
Nos vemos en Banyoles el día tres para correr, reír, charlar, mirar al cielo y gritar todos:
-“¡QUE SE JODAN!...Por Fidel.

martes, 15 de marzo de 2011

POR BURGOS

Este pasado verano, cuando Jordi Aubeso junto con su familia (Dolores, Yoel y Neus) nos visitaron para hacer turismo por la zona de Guara y descender conmigo algún barranco, nos comprometimos a devolverles la visita e ir a su ciudad, Burgos. En enero, aprovechando su paso por Barbastro, de nuevo volvieron a visitarnos con la excusa de recoger algo de material que le ofrecí para la Yukón, y conocer a Nayra; Ya eran tres visitas a cero, pues un año antes también se avinieron a mi invitación para participar en la primera Ultra Trail Guara Somontano (que por cierto ganó Jordi). Así que, sin más demoras y con el pretexto de darle un fuerte abrazo a Jordi tras su “ exhibición” en la Yukón Arctic, y también a mi heroico saco de plumas que le protegió… (ahora me mira por encima del hombro), este pasado fin de semana lo pasamos allí en Burgos junto a los mejores anfitriones que se puede tener. Pasamos un fantástico fin de semana junto a ellos con pinceladas de afecto, amistad y mucha armonía; pasear, disfrutar de la ciudad, la compañía y la tertulia. El sábado visitamos el castillo de Burgos, o lo que queda de él, ubicado sobre la ciudad en el cerro de San Miguel, lo que te da una gran perspectiva de toda ella escoltando las dos orillas del río Arlanzón. Levantado por el conde Diego Rodríguez Porcelos en los tiempos de la Reconquista, sobre el 884. Desde allí Jordi me mostró ilusionado y con toda precisión todos los montes cercanos por los que iban a entrenar, y hasta la sierra de la Demanda (yo aquí hago lo mismo cuando me visitan). En este mutilado castillo, me llamó la atención lo único que estaba entero, su pozo. Una verdadera obra de ingeniería medieval que abastecía de agua al castillo. Un cilindro principal de 63,5 metros de profundidad (menudo salto de barranco), envuelto por seis subterráneos husillos con escaleras de caracol que se comunican entre sí mediante pequeños pasillos subterráneos. Cuando Dolo me describía que fueron los franceses durante las guerras Carlistas quienes terminaron de arrasarlo por completo, saqueándolo en busca de tesoros, y todo lo que pudieron encontrar, le alegué que no comprendía que hacia aún la Torre Eiffel en pie, y no habían ido los de Burgos a derribarla. Luego, obligada visita por el centro y la catedral (que decir de ella), y a un asador en Quintanadueñas a las afueras de Burgos a comer un exquisito lechazo asado. Aquí en Aragón tenemos el ternasco asado, que debería declararse desde ya patrimonio de la humanidad, pero he de reconocer, que el lechazo de Burgos no se queda atrás. Tras la comida, decidimos sacar a pasear al lechazo para amansarlo y digerirlo, y acercarnos a visitar el museo de la evolución humana y ver a Miguelón, los restos de nuestro pariente más primitivo conocido; bueno, su cráneo reconstruido, procedente de los yacimientos de Atapuerca , de unos 400.000 años de edad. Único en el mundo. “Alguien” nos había advertido que este museo era mucho envoltorio para tan poco regalo... pero quizás por esto mismo, como cuando vas a ver una película con las expectativas bastante menguadas, nos gustó mucho. Aquí deduces, el porqué la genética dotó a los Burgaleses de genes con aptitudes para correr muy rápido. En el museo contemplas auténticos huesos y muy bien conservados de Atapuerca de restos de leones, rinocerontes, tigres, jaguares, etc... Con esa fauna autóctona, los Burgaleses actuales está claro que descienden de la raza que más corrían en esas sierras para sobrevivir en el Pleistoceno. A continuación, nos llegamos a abrazar a Arturo, que no es otro resto fósil de Atapuerca, sino todo lo contrario; Con Arturo también nos conocimos en la maratón de Sables 2008; era uno de los dos compañeros Burgaleses que participaron junto a Jordi aquel año. Qué alegría nos dio encontrarnos y abrazarnos espontáneamente. Oportunamente, como regenta una esplendida tienda de deportes.”Deportes Manzanedo”, aproveché para comprarle unas zapatillas Mizuno que me recomendaron Joel y Jordi. Tiene unos precios fenomenales, y no lo digo por correspondencia con Arturo, lo digo porque así lo vi. El domingo, otra visita que nos impresionó, “Las Huelgas”. El Monasterio de las Huelgas Reales (o Santa María la Real de Las Huelgas), el cenobio cisterciense femenino más importante e influyente que se estableció en España. Mandado fundar por los reyes Alfonso VIII "el de las Navas de Tolosa" y Doña Leonor en el año 1187 en un lugar de recreo cercano a la ciudad de Burgos, entonces capital del Reino de Castilla. Creando aquí un panteón regio para él y sus descendientes. Recomiendo la visita guiada, pues es extraordinaria y muy amena la historia de este bello monasterio. Por cierto, ni la mitad de lo que debió ser, antes de la llegada de los “Franceses” que profanaron hasta sus reales tumbas en busca de oro. Aquí, si me puse ya serio y le detallé a Dolo, que ya no era solo cuestión solo de la Torre Eiffel, habría que ir a por el arco del triunfo, la catedral de Notre Dame, y quizás algunas de las piezas de El Louvre y traerlo todo para Burgos... Un extraordinario fin de semana, decorado con la mirada tierna y la sonrisa inocente de Neus; el aliento dinámico y el humor irónico de Joel, inusual a su edad y muy parecido al mío; la templanza, amabilidad y armonía de Dolores y la impresionante humildad de Jordi, que me enteré que le había entregado una medalla el mismísimo Nelson Mandela. Si a otros se la hubieran entregado, estarían haciendo bolos en tele cinco… Capítulo aparte para la madre de Jordi, que apareció el sábado por la mañana en casa con sus mallas piratas, las zapatillas y el impermeable. A sus casi 70 años, había salido a correr unos kilómetros, y ya que pasaba por allí , entró a saludarnos. Encantadora y sobre todo admirable. "De casta le viene al galgo". Yo de mayor quiero ser como ella y sospecho que Jordi también… Solamente para ser perfecto, faltó el haber podido salir con Jordí y Joel a correr como deseábamos, y recorrer junto a amigos del club Tragaleguas, alguno de los recorridos cercanos, pero mi lesión de rotura de fibras no me lo ha permitido esta vez. La próxima sin falta. La despedida es necesaria para volver a reencontrarse. Y un reencuentro, después de un momento o después de toda una vida, es algo inevitable si es verdadera amistad.

miércoles, 9 de marzo de 2011

VARIANTE ALTOARAGONESA .... (En la historia del Aconcagua de chiripa.)

La casualidad es el desenlace, pero no la explicación: Diciembre de 1994. Prosperaba nuestra primera expedición a una montaña y una altura, digamos de magnitud. “El Aconcagua”.
Para ello nos unimos cuatro amigos: José Vilalta de Airón club de Monzón, y Javier Alvira, Josán Hidalgo y yo mismo, los tres de montañeros de Aragón Barbastro, secundados por nuestros respectivos clubes de montaña. Meses de ilusión, preparación, equipamiento e infraestructura. Incluso visto ahora con la instrucción de los años y la experiencia, una excesiva infraestructura; pero por otra parte lo normal para unos entusiastas y noveles principiantes, espoleados por esos nervios previos a algo que te parece grandioso; “Un anhelo cumplidamente soñado desde mas jóvenes en las paredes del Pirineo y algunas montañas de los Alpes”.
La despedida familiar el día 25 de diciembre, aconteció como una moderada fusión entre la euforia por nuestra parte, y la palpable nostalgia y morriña de nuestras familias. Esa es una impresión que después he vivido en mas ocasiones, pero esta vez era inédita. Siempre he comprendido esta hipocondría, esta oculta impresión de tristeza que ampara las despedidas cuando marchas a una “expedición” por parte de nuestros familiares o la gente que te quiere, pero nunca la he digerido demasiado bien. Parece que partas a una guerra, y que cauteloso emergiera el temor de que puedas “no volver”... Nunca me ha gustado esta sensación. Me gustaría no tener que implicar de esa manera tan nociva a mis seres queridos cuando hago algo que para mi es una pasión y me hace tan feliz. Pero... seguramente es inevitable. Yo, con mi habitual humor negro, ironizaba entre mis compañeros de expedición (con la familia no claro), dilucidando sobre el apelativo que le darían a la futura piscina cubierta de Barbastro en memoria a alguno de nosotros... ¡Que bruto!
Partimos hacia nuestro objetivo el día 26 de diciembre: Una montaña idealizada durante meses y soñada durante años: El Aconcagua; la montaña mas alta de América con 6.962m, y además por el glaciar de los Polacos (cara Este). Elegimos esta ruta, y no la normal, por un lado envalentonados por ese carácter de arrogancia y pavoneo que tiene la juventud, pero también porque por esta ruta no había intentado ascender ningún Aragonés, y eso nos facilitaría conseguir alguna de las por otra parte necesarias ayudas económicas o subvenciones...
Una vez en Argentina, digerimos estupendamente los tres días de aproximación en los que incluso celebramos la noche vieja y el año nuevo camino de la falda de la montaña. Después el montaje y familiarización con el campo base, aprendizajes, anécdotas, practicas, y aclimatación durante mas de dos semanas en diente de sierra (ganar altura y bajar a dormir a una altura inferior). Dos semanas en las que pudimos instalar sin mayores problemas el campos uno, y dos (5900m), profundizando y experimentando por primera vez los efectos de las grandes alturas, y nuestra evolución en una gran montaña.
Después de todo este trabajo, nos dispusimos como teníamos previsto a descansar en el campo base unos días, para recuperarnos, cobrar fuerzas e intentar la cumbre por la vía directa del glaciar de los Polacos. Entonces, se originó un violento temporal de viento y frío acompañado de una gran nevada , que frustró nuestras pretensiones de querer partir hacia la cumbre, con la suerte para nosotros de que la tormenta nos sorprendiera al “resguardo” del campo base. Hubo varias expediciones que quedaron atrapadas por el temporal mas arriba, y tuvieron que pasarlo francamente mal para retroceder y llegar hasta la base de la montaña. Algunos padecieron serias congelaciones y ceguera. Fue la primera vez que yo veía unas congelaciones graves; concretamente las del pie de un... creo recordar que Inglés. Cuando el cielo escampó tras dos días, varias de las pocas expediciones que nos hallábamos en esta cara de la montaña desistieron y abandonaron, porque la previsión meteorológica venidera era muy mala, y la montaña estaba inaccesible con tanta nieve. Pero nosotros, como convenientes y tozudos Aragoneses, desoyendo las advertencias que nos daban diciéndonos que el glaciar estaba impracticable, y se hallaría avalanchoso y peligroso por exceso de nieve, tiramos para arriba hasta el campo dos al pie del glaciar que nos conduciría hasta la cumbre para verlo con nuestros propios ojos.... Y.... por un lado, hasta allí no estaba tan mal, pero el glaciar efectivamente, estaba con mucha nieve acumulada.
Al llegar, estaban descendiendo desde el glaciar una expedición canadiense que también lo había intentado, y en medio de la franja de seracs que se encuentra a mitad del glaciar, tras llevarse algún susto y obligados por lo peligroso del terreno, se habían dado la vuelta. - “¡Mierda!...Tantos meses de preparación, estando bien aclimatados, fuertes y a un tiro de piedra de nuestro objetivo, y sin poder acceder. ¿Qué hacemos?”. Fue Josán, quien concibió y contagió la idea:- ¿Y si intentamos subir por la zona rocosa que delimita el glaciar a su derecha?. Desde allí se veían como una sucesión de muros rocosos que confinaban anchas y encorvadas rampas de nieve entre ellos, y para atravesarlos lo que parecían inciertos corredores o pasillos verticales. A la vista (y con los prismáticos), debido a su inclinación, parecía que no había un evidente riesgo de avalanchas en esa zona. Eso si, estos finalizaban justo a la entrada del cuello de botella, como único y obligatorio paso de acceso a la cumbre. Así que si llegábamos allí, desde ese punto deberíamos intentar acceder a la cima escalando el famoso corredor, a sabiendas de que sería la parte menos técnica, pero mas peligrosa. Ya que estábamos allí, nos pareció buena idea intentarlo, y una vez en la intersección de nuestra improvisada ruta, con la normal, ya evaluaríamos sobre el terreno. La jornada fue larga.
Desde las cuatro de la madrugada, escalamos con delicadeza y mucho frió por esa sucesión de corredores, improvisando el camino por los farallones de rocas, por donde nos parecían mas accesibles, y turnándonos para abrir huella tras ellos por las palas de nieve. Ascendimos por palas que incluso tenían 70º, y escalamos pasos de IV+ entre las rocas donde tuvimos que asegurarnos con las cuerdas montando reuniones de fortuna. Al final, conseguimos llegar allí arriba, ante la atenta observación y curiosidad de unos americanos que se hallaban en el campamento dos, y habían resuelto no intentarlo y retirarse desde ese punto al día siguiente.
Cuando tras la última travesía llegamos al mismísimo cuello de botella (6500m), ya habíamos advertido la caída de alguna avalancha durante la mañana por el glaciar, y evaluamos objetiva y sensatamente, que muy a nuestro pesar y a menos de 400mts de desnivel de alcanzar la cima, lo mas prudente era descender, y por la hora que era, sobre las dos y media de la tarde, habría que hacerlo por el mismo glaciar lo mas vertical y rápidamente posible, pues este a esa hora, estaba muy muy cargado y susceptible.
Sobre las cuatro de la tarde llegamos extenuados al campo dos, y ante nuestra asombro, los americanos que aún hallaban allí, comenzaron a felicitarnos por nuestra ascensión. Tras manifestarnos y aclararnos su asombro por nuestro intento de cumbre por esa improvisada ruta, nos animaron (primero ellos y después en el campo base el guarda del parque y otras expediciones), a que presentáramos y registráramos en la oficina del parque Aconcagua, la variante por donde habíamos ascendido, ya que nunca nadie lo había intentado por allí, y todos ellos en un documento nos plasmaron, legitimaron y firmaron como testigos para certificar nuestra ¿gesta?.
Nosotros ni conocíamos este protocolo. La verdad es que esa divulgación y registro, fue una sorpresa, pues por nosotros mismos jamás la hubiéramos realizado. Por tanto, de esa accidental manera , inesperada e imprevista, pasamos a ser los titulares de una variante “Altoaragonesa” (es el nombre que le pusimos), en la cara Este del Aconcagua.
La casualidad casi siempre nos da lo que nunca se nos hubiera ocurrido exigir.
“La Variante Altoaragonésa”: Escalada en 1995, una serie de corredores que salen del glaciar de lo Polacos, con una inclinación de 75° y pasos de IV+; y tras un largo flanqueo a los 6.500 mts se une de nuevo con la Directa del glaciar de los Polacos".
http://es.wikipedia.org/wiki/Aconcagua. http://www.aconcaguaexpeditions.com/espaniol/3/las33variantes.htm http://www.taringa.net/posts/info/7754518/El-Aconcagua__info_immagenes_.html http://himalayistas.com/enciclopedia/index.php/Aconcagua http://www.jovenaventurero.mendoza.edu.ar/aconc_expedic.htm

martes, 8 de marzo de 2011

ENVEJECER

No me considero mayor todavía. Tan solo un poquito “veterano novel en practicas”. Pero esta claro, que cuando te hallas mas menos en la mitad de tu vida, meditas sobre ello; reflexionas sobre el concepto del paso del tiempo y de envejecer. Y cuando eres padre, percibo que esta reflexión se acrecienta. Envejecer, como tantas otras cosas en mi vida, yo lo veo como escalar una gran montaña. Mientras mas arriba se llega, o mas alto se sube, por el desgaste las fuerzas van menguando, pero tu aguante y resistencia se dilatan, y tu mirada se hace más libre; tu horizonte y tu perspectiva más amplia y serena. Entonces, como cuando estás en mitad de una gran montaña, y ya con la advertencia que te lega la experiencia , observas cuidadosamente por dónde puedes aproximarte al siguiente tramo de la escalada que te llevará hasta la cumbre, y, una vez iniciada esta travesía, valorar y percibir de diferente forma lo que se consigue cada día.
-¡Mira, fulané...! hacia deporte, no fumaba, no bebía, y se ha muerto.... ¿y?... Lo primero de todo, es que... “todos vamos a morir algún día”. La diferencia está en la prestancia de esa vida, su calidad, la eficacia y la eficiencia durante el tiempo que la vives, y lo mas importante, el hacerlo consecuentemente. Para nada pretendo hacer apología del deporte y la vida sana. Cada cual que viva consecuentemente a sus pretensiones y sueños, que pueden ser totalmente opuestos a los míos, pero claro, yo escribo aquí de los míos. Así que concluyendo sobre este tema del paso del tiempo, tan solo una cuestión: Seas joven, veterano o mayor: “creer lo suficientemente en lo que haces”, como para que no te importe lo que piensen los demás; en lo paisano... o en lo deportivo... Y es que, nada nos hace mas víctimas de nosotros mismos que la desgracia de pensar que las mejores cosas de tu vida son las que han sido aceptadas con grandes aplausos, y el no vivir de acuerdo con tu propia razón, conducida de la suficiente honestidad para aceptar el pasado, eso si, tratando persistentemente de no caer en el desánimo de quienes sienten haberlo desperdiciado. AMEN....

sábado, 5 de marzo de 2011

PORQUE

El modo en que cada uno vemos las cosas, es el origen del modo en que pensamos y del modo en que actuamos...
No se trata de mirar, se trata de ver. ¿Por que asciendo montañas, desciendo barrancos, escalo o corro...?. Me lo han preguntado cientos de veces: Porque me gusta trepar, andar o correr; me gusta realizar y notar el esfuerzo necesario para hacerlo, y percibir por dentro esa lucha que se desencadena mientras surge ese estímulo de auto superación. Me gusta hacerlo, porque tengo deseos de conocer, aprender, sentir, ver y saber desde que tengo uso de razón. Porque desde que me acuerdo, llevo incrustada en el alma esa chifladura de querer peregrinar hasta los horizontes que cuando era niño imaginé o soñé.
Porque me siento bien y me sienta bien.
Porque me gusta escoger y averiguar mi camino, aunque en algunos momentos me equivoque. Porque quiero conocer nuevos lugares al compás de mi cuerpo y al ritmo de mi corazón con todas sus limitaciones, esbozando pequeños respiros para desnudar las emociones y sentir la belleza de un paisaje.
Porque me siento al mismo tiempo grande y pequeño en la naturaleza.
Porque quiero descubrir o buscar un pretexto indudable para hacerlo, y disfrutar mientras lo hago.
Por compartir y vivir. Porque mientras lo hago, todo me parece perfecto e insuperable. Porque el sentirme vivo me hace mas cabal. ...Porque me da la gana... Unos dicen ¿por qué?, otros pensamos ¿y por qué no…?

miércoles, 2 de marzo de 2011

“CARRI”LOSOFAR.

Dícese de una variante de “Corrilosofar”, que se corresponde a en vez de filosofar mientras se corre en solitario, filosofar mientras empujas en solitario el carrito de tu bebe, al no poder corrilosofar por una terca lesión en la zona de los isquiotibiales...: Leía en un artículo de el País, que un filósofo francés llegó a la pesimista conclusión de que "el hombre no existe". Argumentaba este buen filósofo, que cada ser humano no es sino una larga secuencia de variopintos simulacros hechos y deshechos por las circunstancias variables de la realidad en la que transcurre su existencia.... ¡Ahí queda eso!... Otro pensador, fue aún más lejos, y razonó que aquello que creemos la realidad cuando por ejemplo abrazamos a un ser amado, o incluso cuando escribimos como ahora lo estoy haciendo yo, tampoco existe, porque la verdadera realidad en la que vivimos no es el mundo que creemos pisar, sino las imágenes que fingen reflejarnos, y que no son si no las interesadas y manipuladas versiones que dan de nosotros los medios audiovisuales al servicio del poder y los poderosos. ¡Uuff... que mustios estos filósofos!. Mi opinión (pero que conste y por escrito que no soy filósofo, y tan solo un teórico montañero deportista platónico e independiente), es que “¡Si existimos!” y que cuando somos... “mas niños”, a través del cariño y del cuidado, nos sentimos irremediablemente buenos, únicos e importantes. De esta manera tan inocente y “tonta”, nace o germina una especie de primer “eje” , que ya desde el inicio nos aleja de nuestra propia existencia, porque este eje, es un eje proyectado o deliberado por quienes nos rodean y nos quieren (padres, tíos, amigos...).
Pero esta, no es nuestra verdadera identidad ni nuestra personalidad “única”. En realidad, cuando niños todavía ni sabemos quiénes somos; sencillamente sabemos lo que los demás piensan de nosotros, que por general son cosas buenas. Mas adelante, desde ese eje, florece verdaderamente el EGO (con mayúsculas), como ese reflejo de la opinión de los demás sobre nosotros. Y en este concreto momento de la vida de cada uno, quizás estos filósofos tengan algo de razón al decir que “No existimos”... pero, desde mi humilde punto de vista, por este mismo motivo; porque en ese intervalo de nuestras vidas, “Somos lo que los demás piensan de nosotros”. Incluso arraigamos este cimiento, auto engañándonos y argumentándonos que ese ego que la sociedad nos transmite, es lo que somos de verdad. Allí está nuestra gran cagada, y el origen de muchísimos de nuestros problemas, porque este ego siempre necesita alimento; tiene hambre y precisa que lo valoren, y le den atención continua.
Si nos quieren, somos felices, y si nos ofenden o difaman, creemos que no valemos para nada. De esta manera tan ingenua e “incauta”, fabricamos la equivocada idea de quienes somos por lo que los demás piensan de nosotros. “Madurar”, no pretender que todo el mundo nos quiera, es una evolución que unos hacen antes y otros hacemos mas tarde, entre otras cosas, para dejar atrás esto, y “existir”. Ser nosotros mismos. Estar de verdad. Así que no puedo estar mas en desacuerdo con estos filósofos. Creo en el hombre y en su existencia única y exclusiva. El otro día, mi amiga Pilar me envió este video que cuelgo aquí que me hizo vibrar y dar fe del hombre, la vida, su energía, pureza, su indiscutible comunión con la naturaleza y su existencia, y me viene muy bien para ilustrar esta “Carri...losofada” en un escrito que “no existe y no estáis leyendo”. Sed felices.