miércoles, 21 de abril de 2010

MOMENTOS MAGICOS:

Cuantas veces llegamos satisfechos de entrenar porque hemos disfrutado, hemos hecho mas distancia o llevado mejor ritmo. Otras veces, es por las emociones, que también son elementos de la experiencia, y pueden ser muy efectivas y un claro referente de tu estado anímico y físico, las que hacen que un día de entrenamiento sea inolvidable. Muchas veces he relatado mis sensaciones cuando a las siete de la mañana me calzo las zapatillas y mientras amanece en el horizonte, arranco a trotar casi a oscuras por el camino viejo de Cregenzan, al lado de mi casa. Ese instante mágico en la corona mas alta del monte cuando el sol ya ha cobrado asiento, y se ve todo el paisaje del Somontano en maneras misteriosas, y Barbastro dominado desde lo alto. Paso una y otra vez, un día tras otro, y siempre me regocijo igual. Siempre lo mismo, nunca igual. Este lunes, cuando descendía aun embriagado por el paisaje trotando dirección oeste por la quebrada hondonada que forman las vides antes del pequeño repecho que remontar al pueblo de Cregenzan, viví un momento de esos mágicos.... De pronto escuché un vertiginoso ruido de matorral a unos veinte metros frente a mi, a la izquierda del camino, y emergieron dos esplendorosos ciervos franqueando el camino pausadamente, mirándome de manera serena, y de un brinco para vencer el desnivel de la margen derecha, se perdieron en las fajas superiores de carrascas dirección este. Una hembra en cabeza, y un macho de cornamenta moderada atrás. Me detuve de golpe y me quedé embobado y boquiabierto. ¿ciervos aquí?...Nunca había visto, ni había escuchado que nadie hubiera visto, ni que hubiera. Se que en algunas zonas mas al norte de Guara si hay, pero... ¿aquí? Reanudé mi trote un poco desconcertado pero aún deslumbrado por la asombrosa imagen, y analizando el monte a un lado y a otro por si los veía de nuevo, pero no. Alcancé el pueblo sin ver ninguno mas. Termine mi carrera una hora después algo mas feliz que otras mañanas. Es mas, los días siguientes he realizado el mismo recorrido a la misma hora con la esperanza de volverlos a ver, pero no. Agradecí al infinito ese momento mágico....¿fueron instantes, fueron minutos? ¿Era real o era un sueño que vivía con los ojos abiertos?. Fue real, pero qué poca diferencia hay entre los sueños y la realidad, a veces....
Dicen que soñar con ciervos es un buen augurio, y la verdad que la aparición de estos dos coincide con un gran momento en mi vida. Sufrir desilusiones y penas es pasajero e inevitable en la vida. Incluso al final acabamos presumiendo de nuestras cicatrices, pero en ocasiones, un instante extraordinario dentro de lo ordinario, nos ayuda y nos lanza en la dirección de nuestros sueños y nos motiva de verdad. Debemos escuchar al niño que fuimos un día, y que aun existe dentro. Ese si sabe de momentos mágicos.

9 comentarios:

  1. Que suerte ver ciervos !!! Me tienes que explicar exacto donde. Yo el otro dia vi una ardilla y fue un momento especial, pero ver ciervos por aqui tiene que ser la leche. No esta mal empezar la semana asi. Saludos.

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  2. Me alegro mucho por tu buen momento, y eso se nota incluso en lo que escribes. Eso de los ciervos ya es la guinda del buen augurio

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  3. A las horas que tu entrenas por las mañanas, no me extraña que veas ciervos, jabalís o cualquier dia un ovni trannochaooo jajaja. Mucha razon de repente si te fijas en las cosas cotidianas pueden suceder cosas únicas.

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  4. La verdad que ese recorrido es precioso y máxime cuando con el que lo compartes te hace ver lo maravilloso del paisaje y de las sensaciones que produce......lo de los ciervos es la leche, a mi si que me saltó dos veces en el mismo camino un zorro.....

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  5. Envidia cochina. Yo en Madrid siempre corriendo por asfalto, y con suerte por algún parque. Juanjo Martin

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  6. La verdad es que llevo corriendo mas de veinticinco años por los montes de Barbastro, y podría resumirlo en… muchísimas aves ,lagartos o culebras diferentes, pero “mamíferos” : cientos de perros, decenas de gatos, algunas rabosas, algunas musarañas, algún tejón, un jabalí, dos ciervos, y… ningún ovni…jajaja ¡Ah!, y algunas avestruces ( a través de la valla de Granja Aventura)

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  7. hola,voy leyendo todos tus escritos,son hermosos " Momentos mágicos son los que vivimos " yo añoro mi niñez,recuerdo aquella niña con su mochila en la espalda rumbo a la escuela,feliz por aprender
    Que razon tienes, tenemos que acordarnos mas y sentir a esos niños que fuimos y olvidamos. Un cariñoso saludo desde Formosa, Argentina

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  8. Ya lo creo que son momentos inolvidables, a veces voy andando por ese recorrido(Cregenzan, otras veces Burceat) he llegado a ver ¡¡¡hasta personas andando y corriendo!!!
    No te digo más...
    ¿No será que a los ciervos ya les empieza a ir el "Somontano"?

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  9. Algo parecido nos paso a nosotros con la bike a la salida del Ras Vals dirección Pozan. Nos encontramos tres ejemplares, ninguno tenía cornamenta. Nos quedamos tan sorprendidos como ellos. Dieron la vuelta y salieron dando unos brincos del quince. Estuvimos un rato pensando si lo habiamos soñado...

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